En esta sección se reproducen poemas en sus diferentes formatos y soportes. Se trata de un archivo de textos, voces, videos, performances.

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Proyecto Hermosura

 

                                                                                                             “Las bicicletas viejas andan más ligero”
                                                                                                                                              Rosa Schwindt

                                                                                                             “Si la vaca se cae al arroyo, ustedes:
                                                                                                              ¿qué harían ustedes
                                                                                                              con la vaca?”
                                                                                                                          Raimunda Natividad Silveira

 

Proyecto Hermosura se define hoy en día como una colectiva poética rural. Esta ha sido creada por tres mujeres artistas y docentes, Verónica Suanno (Pigüé), Nilda Rosemberg (CABA) y Mercedes Resch (Cura Malal), en el territorio de Cura Malal[1], un pueblo rural ubicado en el Partido de Coronel Suárez, Sudoeste de la provincia de Buenos Aires (Argentina).  Desde el año 2007 estas mujeres, también amigas, vienen desarrollando una serie de acciones e intervenciones artísticas y colectivas con fuerte impacto en el territorio y en la memoria histórica de sus habitantes, así como también en la percepción del paisaje y en la visibilización de un tejido comunitario en esa ruralidad supervivente. Entre estas actividades se encuentran: entrevistas a habitantes de Cura Malal; la intervención sobre el plano del pueblo con artistas invitadxs; la realización de jornadas festivas, con fogones y ollas comunitarias; consignas de creación colectiva en torno a la construcción de un mapeo visual y sonoro con lxs habitantx del pueblo, a la elaboración de fichas poéticas y de un censo que apela, por sobre todo, a la memoria emotiva y sensitiva como recurso a la vez que ejercicio; la confección de poemas visuales, sonoros y textiles; la creación de un espacio de residencias para artistas, ubicado en el espacio de arte La Tranca, que funciona también como pulpería y como nodo de sociabilización del lugar y sus alrededores[2]; la edición de una publicación autogestiva y abierta que aloja en formato papel los trabajos realizados por la colectiva.  Y eso no es todo. Para las Hermosura, la puesta en común se torna, incluso, en uno de sus objetivos: “La primera de las acciones elegidas sucedió en el marco de la presentación de Proyecto Hermosura a la comunidad de Cura Malal. Era una tarde de verano de 2009, después de casi un año Participación de los vecinos de Cura Malal llenando las fichas durante la jornada de presentación del proyecto en el territorio (Año 2007) y previa a la realización de nuestra primera muestra en Coronel Suárez. Decidimos compartir lo sucedido primero con sus protagonistas. Pedimos prestadas mesas y sillas al club «Juventud Unida de Cura Malal», cortamos la calle, decoramos el espacio con banderines de colores e invitamos a la gente del pueblo y de las ciudades aledañas a acompañarnos. Había puestos de la escuela y del club que vendían comida, contábamos con un equipo de sonido y un proyector, y teníamos previstas una serie de actividades que, de modo lúdico, activaran la memoria y generaran una suerte de participación y de apropiación del pueblo por sus propios habitantes y por los visitantes” (Rasic, Resch, Rosemberg, Suanno, 2019: 156).

Tal como nos cuentan en el espacio de su blog (http://proyectohermosura.blogspot.com/ ), las Hermosura proponen generar una reflexión a partir del encuentro con la realidad de algunxs habitantxs de Cura Malal. Este encuentro consiste en una serie de visitas, de aproximaciones al universo de cada una de estas personas situadas en su contexto. “Los registros audiovisuales que sirven de documentos -escucha y memoria del encuentro, relatos-, y la traducción a un lenguaje plástico con recursos propios son las herramientas que utilizamos para crear y poner en valor una suerte de archivo vivo. Archivo resultante de la experiencia de unir lo documental con lo poético, entendiendo fundamental la importancia del paisaje como producto de la cultura de los habitantes y como causante de las especificidades que conforman la hermosura del lugar. Encontrar cuáles son sus haceres cotidianos, cómo resuelven una problemática particular, qué diálogos establecen entre su presente y su pasado. Estamos documentando nuestra propia experiencia de la visita, del trabajo en grupo, la experiencia de trabajar con la experiencia” (del Blog).

¿Cuándo una práctica es poético-documental? “En principio -nos dice el poeta Marcelo Díaz en una de las publicaciones autogestivas y abiertas de la colectiva- cuando desarrolla un proceso meticuloso y paciente de trabajo con documentos (no hay documento sin investigación, ni hay investigación sin paciencia) y traduce ese proceso a un lenguaje personal, en este caso los de Nilda, Verónica y Mercedes” (2008; s/p). [3]

Las acciones llevadas a cabo por estas mujeres, de las cuales aquí solo compartimos registros concernientes al cuerpo y a la voz, logran, junto con lxs  habitantxs del lugar, devolver al pueblo una memoria y una percepción poética del territorio que siempre les ha pertenecido, pero que los insistentes procesos de modernización nacional han intentado borrar, tales como los iniciados con las campañas al “desierto” del siglo XIX y los perpetuados en el XX y en el XXI bajo el manto de nuevas campañas desertificadoras vinculadas al neoliberalismo y al neoxctractivismo. “El censo del año 2001 dio como resultado 104 habitantes, apenas un 10 % del semillar de pobladores que vivían en la primera década del siglo XX; antes de la mecanización de las tareas agrícolas, de la desactivación ferroviaria y de la construcción de rutas pavimentadas” (Resch, Rosemberg, Suanno, 2008). Y agrego: antes del cierre progresivo de instituciones educativas y de espacios de sociabilización; antes de la migración hacia los centros más urbanizados. Las extensas vías del ferrocarril que pasaban por este pueblo rural constituyen, al igual que el tendido eléctrico y el alambrado, uno de los sólidos restos materiales con los que es posible observar dichos procesos de activación y desactivación económica, política y cultural. También, con el creciente vaciamiento de personas en el lugar y de sus huellas. E incluso, con la falta allí de un “moridero”. [4]

La escucha artística y poética de las voces de Rosita y de Raimunda aquí compartidas es la que nos permite, hasta como ejercicio  propio, recuperar las voces que el “desierto” silenció como huellas no sólo de una memoria poética del territorio, sino también, de los propios comienzos de la poesía como experiencia oral. El retorno a la palabra hablada, su recuerdo y escucha poética, es la que, tal vez, nos permita leer, además, la emergencia de un nuevo texto: el armado de un tejido colectivo y singular que sostiene con fuertes hilos la supervivencia de una percepción poética del espacio y del tiempo en una comunidad rural que se resiste a otro tejido. El de los alambres y las púas.

Si, como dice Marcelo Díaz, “la poesía está allí donde se producen encuentros imprevistos, y es aquella acción que todo el tiempo acerca elementos distantes” (2008, s/p), las voces aquí entrevistadas por una escucha poética producirán también ese encuentro que la definición del poeta señala. ¿Cómo es que nos encontramos con la poesía, allí entonces? Por lo pronto, abriendo el archivo de estas experiencias de vida rurales y yendo a escuchar con oído poético las voces de estas mujeres “en tierra de gauchos y de payadores”. Los registros audiovisuales que se comparten a continuación son el comienzo de este proceso de exhumación (Gerbaudo, 2013) que insiste también en entender a la voz como un nuevo domicilio al que ir a buscar las huellas de la palabra poética; a su vez, un domicilio en el que se alojan y preservan otros lugares y otras temporalidades en los que y con los que la literatura también ocurre, a pesar del “desierto”. Y por supuesto, claro, rastros de vida latente, que es lo que a la poesía y a los archivos hechos por mujeres en el territorio de la provincia de Buenos Aires impulsa y expande. Con ellos, ya escucharán, “un horizonte es otro horizonte” (Schwindt, 2008).

 

Ahora sí, los encuentros con Rosita y con Raimunda:

Diálogo con Rosita y Raimunda
Proyecto Hermosura

Duración: 6' 15''

Sobre el material de archivo:
ETAPA I. Diciembre del 2007/Agosto del 2008.

Conversación con Rosita Schwindt. Primer encuentro (de las cinco visitas que luego se sumaron). Tarde de navidad, en la casa de Rosita (chacra ubicada en la Ruta 67 en dirección a Coronel Suarez), una mujer soltera, de origen alemán, que al momento de la entrevista tenía 68 años de edad. Vivía acompañada por dos perros y rodeada de plantas. Su principal tesoro era su bicicleta. Con ella viajaba periódicamente- por la ruta- a Cura Malal y a la ciudad de Suárez para hacer las compras. La receta del chucrut que Rosa relata en el registro y sus fotos fueron incorporadas al álbum que las Hermosura han realizado como material de archivo de la colectiva. El mismo fue compartido con la entrevistada en una de las últimas visitas.

Rosa en el centro de Suárez, toma realizada por el fotógrafo de la plaza, en 1961.
Gentileza Proyecto Hermosura.

SEGUNDA ETAPA. Agosto 2008/marzo del 2009. Primer encuentro. Visita a la casa de  Raimunda Silvera, una mujer viuda de 76 años, madre de 10 hijos, que vivía en Cura Mala desde hace 50 años. Se conversa sobre sus haceres cotidianos, se toma mate en su cocina y hasta se ordeña una de sus vacas.



Ordeñando vacas con Raimunda. Gentileza Proyecto Hermosura.

A partir de esta experiencia, las Hermosura arman una secuencia y, por medio de un lenguaje performático, evocan la leche de vaca que ordeña Raimunda en la siguiente intervención. La puesta en cuerpo y en voz de los haceres cotidianos de Raimunda en un espacio de arte ubicado, tanto en la ciudad de Coronel Suárez, como en la ciudad de Buenos Aires, produce un efecto de desplazamiento de esa experiencia, a la vez que un efecto de descentralización respecto a los lugares y las lógicas con las que se leen y dan a leer estas otras textualidades.


Performance y secuencia
Proyecto Hermosura

Lugar: Mercado de las Artes, CABA
Año: 2009
Duración: 7' 15''

 

[1]              Como tantas otras, la localidad tiene distinto nombre que la estación de tren, aunque en este caso parece sólo un error de apreciación, pues cuando llegó el ferrocarril, en 1884, bautizaron al lugar con el nombre de Curumalán. Pero luego se le puso el nombre del cerro ubicado a 35 kilómetros, llamado Cura Malal, que en la lengua de los indios pampas quiere decir "corral de piedras". Hoy en día el primer nombre continúa circulando en boca de sus más antiguos habitantes. El músico y compositor Tata Cedrón pone en voz estos rumores y canta "La Curamaleña" para lxs alumnxs de la escuela primaria N 6 de Cura Malal, en el Museo Quinquela de Buenos Aires, durante la muestra "Un viaje a Cura Malal". Allí le dedica una milonga a este pueblo y a estos nombres: https://www.youtube.com/watch?v=W-ozxUM2DeQ

[2]              El sitio “La Tranca” cuenta actualmente con Instagram: https://www.instagram.com/latrancadecuramalal/

[3]              “La definición que da la Real Academia Española de documento es decepcionante” -continúa Díaz- “sólo incluye escritos que ilustran acerca de algún hecho (como si el único sentido de la palabra fuera el jurídico). El hecho concreto es que en la práctica historiográfica la noción de documento es más amplia” (s/p).

[4]              Así he escuchado contar a Mercedes Resch, una de las Hermosuras habitantes de Cura Malal, la falta de cementerio en el pueblo. La pregunta que nos hace siempre el archivo -dónde se guardan los restos- se torna, de este modo, doblemente importante.

Referencias utilizadas:
-Díaz, Marcelo (2008). “Piezas sueltas para un rompecabezas pampeano” en Resch, M., Rosemberg, N., Suanno, V. (2008-2014). Proyecto Hermosura. Coronel Suárez [Bs. As]: Publicación autogestiva y abierta sin paginar.
-Gerbaudo, Analía (2013). “Archivos, literaturas y políticas de exhumación”. En Goldchluk G. y Pené M. (Comp.) Palabras de archivo; pp. 57-86. Santa Fe-Poitiers (Fr.): UNL-CRLA Archivos.
-Rasic, M.E, Resch, M., Rosemberg N., Suanno, V. (2019). “Arte y poesía sobre los rieles del archivo. Un ramal que conecta territorios y comunidades” en El taco en la brea. Año 6, Nº 10 (junio–noviembre); pp. 150–160. Santa Fe, Argentina: UNL. DOI: 10.14409/tb.v1i10.8695
-Resch, M., Rosemberg, N., Suanno, V. (2008-2014). Proyecto Hermosura. Coronel Suárez [Bs. As]: Publicación autogestiva y abierta sin paginar.

 

Curaduría: María Eugenia Rasic
Actualización:
10/ 10/ 2022